En el Sábado Santo, la Iglesia contempla el misterio del sepulcro de Jesús y espera en silencio la Resurrección. Las palabras del Papa Francisco nos guían en esta meditación para encontrar la esperanza en medio de la aparente oscuridad y confiar en la promesa de una vida nueva que Dios nos ofrece.
“En el Sábado Santo, la Iglesia permanece junto al sepulcro de Jesús, meditando sobre su pasión y muerte, su descenso a los infiernos y su resurrección al tercer día. Este día nos recuerda que Dios está siempre obrando en silencio, incluso en los momentos más oscuros de nuestras vidas.”
Medita sobre el misterio del sepulcro de Jesús. Contempla el significado del silencio y la aparente inactividad en este día, recordando que, en la aparente oscuridad de la muerte de Jesús, Dios estaba obrando el milagro de la Resurrección.
Pensemos en este momento, en la figura de María, imagina su corazón lleno de dolor y esperanza mientras espera junto al sepulcro de su Hijo amado. Aunque enfrentaba una profunda tristeza y desconcierto, su fe en la palabra de Dios y su confianza en su promesa la sostuvieron en esos momentos difíciles.Reconoce cómo la Virgen María también nos acompaña en nuestros momentos de espera y prueba. Ella intercede por nosotros ante Dios y nos brinda su consuelo maternal, recordándonos que nunca estamos solos en nuestras dificultades.
PROPÓSITO DEL DÍA: Dedica un tiempo en silencio para orar a la Virgen María, para acompañarla en su soledad. Exprésale tus sentimientos, tus preocupaciones y tus deseos más profundos. Pídele su intercesión para fortalecer tu fe, renovar tu esperanza y guiarte en el camino hacia Jesús.