En el Viernes Santo conmemoramos la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, el sacrificio supremo de Jesús en la cruz, un acto de amor infinito que nos redime y nos muestra el camino hacia la salvación. Esta meditación nos invita a reflexionar sobre el significado profundo de este día sagrado y cómo podemos vivir de acuerdo con los valores que Jesús nos enseñó:
1. Redención a través del sufrimiento: En el Viernes Santo, contemplamos el sufrimiento de Jesús en la cruz como el acto redentor que nos libera del pecado y nos ofrece la posibilidad de una vida nueva en comunión con Dios. El dolor y la agonía de Jesús en la cruz no son en vano, sino que son el camino hacia nuestra salvación y reconciliación con el Padre.
2. Amor y entrega total: La cruz nos muestra el amor incondicional de Dios manifestado en el sacrificio de su Hijo. Jesús, al entregar su vida por nosotros, nos enseña el valor supremo del amor que está dispuesto a darlo todo sin esperar nada a cambio. Este amor generoso y desinteresado es el modelo al que estamos invitados a seguir en nuestras vidas.
3. Caminar junto a Jesús: En el Viernes Santo, se nos llama a caminar junto a Jesús en su pasión y a unir nuestro sufrimiento al suyo. Tenemos que animarnos a abrazar nuestras cruces diarias con humildad y confianza en la gracia salvadora de Cristo, sabiendo que, a través del sufrimiento unido a Él, encontramos fuerza, consuelo y renovación espiritual.
PROPÓSITO DEL DÍA: Te invitamos a que te tomes un momento para reflexionar y expresar tu gratitud por el sacrificio de Jesús en la cruz, por el amor incondicional que nos muestra en tal gesto. Reconoce tu propia fragilidad y necesidad de redención… Ahora te proponemos que, en este día, visites a Jesús en la cruz, acércate a una Iglesia y acompaña a Jesús en la cruz que muere por amor a vos. Nos dice el Papa Francisco: “El camino de Jesús en el Viernes Santo nos muestra hasta dónde puede llegar el amor de Dios: hasta la entrega total de sí mismo en la cruz. Jesús nos muestra que el amor no es una emoción pasajera, sino una decisión consciente y valiente de dar la vida por los demás.”